Los hermanos sean unidos

Franco y Bruno, junto a su padre Marcelo

Un hijo futbolista siempre se convierte en el orgullo de un padre, y más aún si tiene la suerte de debutar en primera. Para Marcelo Zuculini, la suerte y el orgullo se duplicaron, porque sus hijos Franco, de 20 años, y Bruno, de 18, alcazaron la meta de jugar juntos como titulares en Racing Club de Avellaneda.

Franco, debutó a los 17 años en la "Academia" y a pesar de su corta edad, lleva en su currículum clubes como el Hoffenheim de Alemania, el Genoa de Italia, y un paso por la Selección Nacional Sub 20.

Bruno, por su parte, se entrena con Racing desde la 7ma división, debutó en primera a los 16 y también cuenta con un paso por la Sub 20.

"Nosotros tenemos una historia: como Bruno tenía que estar a las 7 de la mañana en el Club, para irse en combi al colegio en Avellaneda y veníamos de Escobar... mi papá nos traía. Bruno se iba, y mi viejo y yo nos quedábamos durmiendo en el auto hasta las 9, que era la hora en la que yo debía entrar al vestuario para después entrenar", cuenta Franco, como un anécdota del sacrificio que hacían en familia para venir desde lejos a cumplir su sueño.

"Cuando Franco se fue, hablábamos día de por medio... Después con el tiempo se empezó a agrandar y no me llamó más", dice Bruno entre risas acerca de la partida de su hermano a Alemania.

"Hoy a la distancia veo cosas buenas, pero quizás pienso que hubiera sido mejor quedarme en Racing para afianzarme un poco más, aunque la experiencia me sirvió y estoy muy contento de volver", agrega Franco sobre su viaje.

A la hora de hablar sobre la actualidad del equipo, ambos reflejan la seguridad de trabajar con sus compañeros y la solidaridad que tienen entre todos: "Yo ni sueño con hacer goles, estoy lejos de eso... Ni siquiera en las pelotas paradas porque (Miguel) Russo me manda a abajo a defender por las dudas, pero mientras le vaya bien al equipo, está todo bien", declara Bruno, mientras que Franco añade: "Me gustaría volver al gol, pero no lo pienso todo el tiempo, por mi que los siga haciendo Teófilo (Gutiérrez) que anda con buena racha, y que nos vaya bien, nada más".

Ambos ríen, se critican, hacen chistes y hasta se pegan, pero admiten admiración uno por el otro: "De chicos jugábamos en puestos diferentes, y un día cuando me preguntaron a mi de qué jugaba, yo respondí que de cinco, igual que mi hermano, aunque en realidad no entendía nada sobre puestos", reconoce el menor de los dos. "Aunque juguemos en el mismo puesto ahora, sabemos complementarnos, porque hay cosas que hace él que a mi no me salen, tiene paciencia, que yo no tengo, y sabemos más o menos como se va a mover el otro", expresa el hermano mayor.

 Franco, quien debutó en Racing con una situación institucional complicada, afirma que hoy las cosas en el Club están mejorando, y que se propone metas a corto plazo, como hacer felices a los hinchas, aunque también tiene una meta que le gustaría dedicarle a su papá: "Un anécdota que tengo es que mi viejo me dijo que le pidió al Barba poder vernos jugar juntos antes de ir a tocar el arpa allá arriba, pero que ahora le quiere hablar otra vez para que le dé el tiempo suficiente y quizás, soñar con vernos con la celeste y blanca a los dos. Uno sueña con eso, y ojalá algún día se pueda dar".

Por otro lado, el sueño de Bruno es mucho más preciso: "Yo quiero salir campeón con Racing... Además soy hincha y poder estar jugando para mi club sabiendo que puedo ayudar para volver a lograr un título, es lo que más me motiva", deslizó.